Quistes Sinoviales o Gangliones

Cuando aparecen en la mano, los quistes pueden hacerlo con dolor o molestias al realizar las actividades habituales. Esos bultos redondeados y bastante visibles pueden causar temor o incertidumbre por lo que esconderían en su interior, pero la mayoría es acumulación de líquido sin causa conocida.
 
Algunos se deben a un traumatismo, inflamación u otras lesiones de los ligamentos. Para descartar que se trate de un tumor, que puede ser de hueso, nervio o músculo, se debe realizar una consulta externa con traumatología. Con el examen clínico, el médico conoce si es tejido blando o sólido.
Luego, una radiografía y una ecografía van eliminando más sospechas. Si es blando, está lleno de líquido (espeso y gelatinoso) y se trata definitivamente de un quiste. Si es sólido, se hacen una resonancia magnética para saber qué tipo de tejido sería y una biopsia.
 
La mayoría de los quistes sinoviales o gangliones aparecen hacia el final de la adolescencia y hasta los 40 años, más en las mujeres que en los hombres. Pueden desaparecer sin tratamiento, pero uno de cada 10 casos reaparece en el mismo lugar, en un sitio distinto de la misma mano o en la otra mano, aun cuando se haya extirpado con una cirugía abierta o mínimamente invasiva.
Las principales causas de consulta son la estética y el dolor que producen estos quistes, especialmente cuando recién aparecen o al mover la mano, los dedos o la muñeca.
 
Cuando no está en riesgo la salud, médico y paciente acuerdan el mejor tratamiento, que incluye drenar el líquido para una mejoría estética pasajera o extirpar el quiste como solución definitiva