La Condromalacia Rotuliana, tratamiento y prevención

La crondomalacia rotuliana o Patellar es la degeneración y reblandecimiento del cartílago articular de la superficie bajo la rótula (patella).
 
 El cartílago articular es una sustancia suave que cubre el fémur (hueso del muslo), la tibia (hueso de la espinilla) y la rótula. 
 
 Estas estructuras forman la articulación de la rodilla. El cartílago articular amortigua estos tres huesos y les permite moverse libre y fácilmente donde se conectan en la rodilla. Pero, cuando el cartílago articular se ablanda o endurece, como resultado hay dolor e inflamación.
 
Causas  
 
La crondomalacia rotular ocurre cuando:
  • La rótula no se mueve adecuadamente en el surco de la rodilla donde se une con el fémur.
  • Cuando existe un desequilibrio muscular del cuádriceps (músculos del muslo), que controla el movimiento de la rótula.
Esto puede ocurrir debido a:

  • Afecciones congénitas: la persona nace con una desalineación de la rótula.
  • Cuádriceps débiles: estos músculos asisten en el movimiento adecuado de la articulación de la rodilla. Los cuádriceps débiles pueden hacer que la rótula se salga de su alineación.
  • Desequilibrio muscular: generalmente ocurre cuando los músculos en la parte externa del muslo son más fuertes que los músculos de las áreas internas.
  • Traumatismo directo: una caída o un golpe en la rótula que daña el cartílago articular en la rótula o el fémur.
  • Traumatismo repetido: el resultado de actividades, incluso correr, saltar, esquiar u otras que ejercen presión repetida sobre la rótula.
 
Factores de riesgo  
 
Un factor de riesgo es aquello que incrementa las probabilidades de contraer una enfermedad o afección. Los factores de riesgo para la crondomalacia rotular incluyen:
  • Edad: adolescencia y principio de adultez
  • Participación en actividades que ejercen presión repetida en la articulación rótulo-femoral:
    • Correr
    • Esquiar
    • Ciclismo
    • Fútbol
  • Rodillas pegadas anomalía de la pierna
 
Síntomas  
 
El síntoma principal de la crondomalacia de la rótula es el dolor. El dolor ocurre debajo y en los dos lados de la rótula. Otras características del dolor:
  • El dolor puede ser agudo o crónico.
  • Con frecuencia se escucha una Crepitación (crujido) cuando se flexiona o extiende al rodilla.
  • Los síntomas usualmente se incrementan y empeoran lentamente, después de un año o más.
  • Generalmente los síntomas son más pronunciados al:
    • Subir escaleras
    • Correr
    • Sentarse en cuclillas
    • Arrodillarse
    • Realizar una actividad que ejerza presión en la rodilla.
  • El dolor y la rigidez de la rodilla con frecuencia se manifiestan cuando el paciente está sentado con las rodillas flexionadas durante un tiempo prolongado (es decir, durante un viaje largo en auto o en avión).

 

Diagnóstico

Su médico le interrogará sobre sus síntomas, su historial médico, así como sus patrones de ejercicio y le hará una exploración. Las pruebas pueden incluir:
  • Una radiografía de la rodilla
  • Una IRM de la rodilla
  • En casos poco frecuentes, un examen artroscópico de la rodilla
 
Tratamiento:
 
Los tratamientos para la crondomalacia rotular incluyen:
Descanso, Hielo, Medicación y Rodillera 
 
La primera línea del tratamiento para la crondomalacia rotular es:
  • Reducir la actividad física para permitir que la irritación mecánica y la inflamación cedan.
  • Colocar hielo en el área de la rótula por 15 minutos dos veces al día después de la actividad física y tomar medicamentos antiinflamatorios (como ibuprofeno) para reducir la inflamación y el dolor.
  • Usar una rodillera elástica de neopreno (Centraje Rotuliano) para ayudar a mantener la rótula propiamente alineada.
  • Utilizar plantillas si un análisis biomecánico indica pie pronado/supinado
  • Utilizar Calzado adecuado para el buen soporte de la carga
 
Una vez que el dolor y la inflamación han cedido, deberá empezar el ejercicio para fortalecer los cuádriceps (los que controlan la rodilla). El ejercicio debe ser sin impacto o de levantamiento de pesas sin o con bajo peso, tales como:
  • Natación
  • Usar una bicicleta estacionaria
  • Usar un aparato de esquí de fondo
  • Ejercicios isométricos o de cadena cerrada de fortalecimiento de cuádriceps

Se debe hacer ejercicio con supervisión de un fisioterapeuta o de un entrenador de atletismo.

Cirugía:

En la mayoría de los casos, no se necesita cirugía. Pero para pacientes jóvenes que presentan dolor continuo, la cirugía podría ayudar. Los procedimientos quirúrgicos incluyen lo siguiente:
  • Mover la inserción de los músculos de los cuádriceps en la pierna inferior para mejorar la alineación
  • Liberar los músculos laterales del muslo y ajustar los músculos medios
  • Ablandamiento bajo la superficie de la patella (rótula)
  • Implante de cartílago tomado de la propia rodilla
La cirugía sería la última opción a recurrir, puesto que el tratamiento es no quirúrgico en el 85% de los casos y las contraindicaciones en su caso serían: infección, inefectividad de la misma y/o empeoramiento de la sintomatología
 
Prevención para los pacientes:
 
Para ayudar a prevenir la crondomalacia rotular, indique a su paciente lo siguiente:
  • Realizar ejercicios de fortalecimiento y estiramiento para:
    • Cuádriceps (En sus 3 Porciones incluyendo el recto anterior)
    • Músculos de la pantorrilla(Tríceps Sural)
    • Tendón de la corva (Isquiotibiales)
  • Utilizar zapatos deportivos acondicionados con aparatos ortopédicos. Estos aparatos corrigen:
  • Mecanismos anormales de los pies (particularmente pronación severa)
  • Alineación anormal musculoesquelética en las piernas y rodillas.
  • Reeducación en la higiene Postural y correciones en la marcha

 

El Aparato Extensor:

 

  • CUADRICEPS

    Es un músculo de cuatro vientres
     
  • Recto anterior: Va de la espina ilíaca antero-inferior (porción directa) y del reborde acetabular (porción refleja) al tendón común.
  • Vasto interno o medial. Se inserta en el borde interno de la línea áspera del fémur.
  • Vasto externo o lateral. Se inserta en el borde externo de línea áspera.
  • Vasto intermedio o músculo crural. Va a la cara anterior del fémur.
Todos ellos se reúnen (insertan) en en un tendón central, que incluye la rótula (en realidad un sesamoideo). A partir de ella el tendón se denominará rotuliano, e irá a insertarse en la tuberosidad, anterior de la tibia.
 
 
Este músculo es el más voluminoso del organismo y también el más potente, de tal forma, que siendo el único músculo extensor de la rodilla necesita para contrarrestar su acción la presenciada seis músculos flexores: sartorio, recto interno, semimembranoso, semitendinoso, poplíteo y gemelos. Esta potencia se debe a que su función es muy importante, sobre todo en la estática, como músculo antigravitatorio. De hecho, en los casos de atrofia por inactividad del miembro, es el primer músculo que se afecta incluso entre los antigravitatorios.
 
Hasta épocas recientes, muchos autores opinaban que el vasto medial tenía una especial importancia que le diferenciaba del resto de los otros vientres esto es debido a que este vasto es el que más relieve hacia en la piel y a que le achacaban el protagonismo del movimiento en los últimos 15° de la extensión. Actualmente se opina que en la extensión de la pierna todos los vientres tienen la misma importancia.
 
 Lo que ocurre es que la rótula tiene, un papel de polea que aumenta la potencia muscular cuadricipital, pero que se agota en los últimos grado. Debido a esto en esta última fase extensora, es preciso que el músculo desarrolle un trabajo mayor. El vasto interno tiene una peculiar distribución anatómica de sus fibras, con un manojo verticalizado más largo en la parte superior, y otro oblicuo en la inferior. Ambos grupos tienen la inervación especifica proveniente de troncos distintos del nervio crural. Este último manojo de fibras es la parte más superficial de todo el músculo y esto es la causa de que su relieve sea mayor y de que en él se aprecie más la fuerza de contracción, aunque ésta sea general.
 
ROTULA:
El papel de la rótula es muy importante en la funcionalidad de la extensión de la rodilla, sin olvidar su contribución a la estática.
  1. Aumenta el momento de fuerza del músculo, que es la distancia entré el CIM (Centro Instantáneo del Movimiento) y el eje de la fuerza de tracción muscular. Si no hubiera rótula esta distancia sería mucho meno. Además, esta distancia varia según los grados de flexión de la pierna: a los 90° es cuando la acción de polea rotuliana es más acusada. A los 60°, aunque es menor, persiste el efecto. Pero a partir de los 45° la rótula se halla muy pegada al hueso, entre los dos cóndilos y apenas ejerce esa función de polea. Cuando llega a los 15º esta función, como ya se comentaba, es prácticamente nula; el cuádriceps pierde potencia.
  2. Facilita el deslizamiento del cuádriceps sobre los cóndilos (como un sesamoideo).
  3. Mantiene centrado el aparato extensor, evitando el deslizamiento lateral del tendón.
  4. Actúa como cojinete o zapata de freno de la articulación. Este efecto se aprecia en los operados de rótula con su extirpación (patelectomía), que no pueden detener bruscamente la flexión o extensión de la pierna.
El aparato extensor de la rodilla es, por supuesto, el elemento cinético de la rodilla. Pero al mismo tiempo el elemento estabilizador de la articulación, de la que se convierte en el verdadero tutor. Pensemos que en la estación bípeda, hay una estabilidad completa, tanto en el plano lateral como en el antero-posterior. Ahora bien, en    la posición monopódica, la rodilla queda inestable, y ha de buscar las posiciones de máxima estabilidad, que son:
- extensión + rotación externa + acantamiento del valgo
- extensión + rotación interna + varo.
En estas dos posiciones, la rodilla se autoestabiliza al apoyarse sobre una sola pierna, y como se ha visto, la extensión, tutelada por el cuádriceps, es muy importante. Si además pensamos que esta extensión no suelte ser total, sino que existe cierto grado de flexión (recordemos la imagen del jugador de golf en plena jugada), observaremos que el aparato extensor juega un papel preponderante